En el marco de la presentación de la Memoria y Estados Financieros Consolidados del 2021, Andrónico Luksic Craig, presidente de Quiñenco S.A., repasó los hitos del año en nuestras filiales y el rol de las empresas en el desarrollo del país.

A continuación, la carta completa:

Escribo esta carta algunas semanas antes de que Quiñenco cumpla 65 años de historia. Una trayectoria que comenzó gracias al instinto y el empuje de mi padre, Andrónico Luksic Abaroa, quien decía que había que explorar y descubrir “fuentes de progreso para las generaciones futuras”, propósito que seguimos sosteniendo hasta hoy. Con ese espíritu condujo él su vida desde sus primeros años de emprendedor: trabajaba sin descanso para que sus negocios, que al inicio consistían en la venta de vehículos en Antofagasta, tuvieran el éxito que proyectaba; y los fines de semana, en lugar de descansar, tomaba una camioneta, una picota y un casco para internarse entre los cerros a buscar la veta minera que le permitiera encontrar su destino. Donde otros veían piedras, desierto y soledad, él veía oportunidades.

Como él, miles de chilenos soñaban entonces y siguen soñando con que su trabajo, talento y dedicación puedan abrirles paso para crecer y construir un futuro mejor para su familia, su comunidad, su ciudad, su país. Un anhelo que se sustenta principalmente en dos pilares: el esfuerzo y la libertad. El esfuerzo personal y colectivo, que requiere de una alta disposición al trabajo y una permanente adaptación a los cambios. Y la libertad, porque el emprendedor para surgir necesita poder desplegar al máximo sus capacidades, sin obstáculos ni restricciones arbitrarias que impidan su desarrollo y el de las personas que lo rodean, salvo las reglas del juego que establece la sociedad en aras del bien superior del país, las que deben ser conocidas, acatadas y respetadas por todos.

La libertad y el esfuerzo personal son esenciales para la construcción del bien común, y han sido claves en el progreso alcanzado por Chile y su avance en desarrollo humano, el que, aunque con muchas tareas pendientes, ha sido relevante especialmente desde el retorno a la democracia. Por ello, desde la mirada de una empresa con más de seis décadas de historia, anhelamos que ambos pilares sigan teniendo cabida en las bases del nuevo pacto social que se pretende para el país. La ausencia de estas condiciones sería muy dañina para Chile.

En menos de tres meses la Convención Constitucional tendrá que entregar una propuesta definitiva de Carta Fundamental, la que en septiembre será sometida a la decisión de la ciudadanía. La responsabilidad sobre el contenido de esa propuesta es de quienes fueron electos para elaborarla. Lamentablemente, a la luz de los avances que lleva su trabajo, pareciera que no le han tomado el peso a la enorme oportunidad que tienen para dar un impulso a Chile, a su convivencia cívica y a la necesidad de reencontrarnos y avanzar con reglas claras y sensatas para encarar el futuro.

Por otro lado, la responsabilidad sobre lo que se defina en septiembre es de todos y es inmensa, porque el país se está jugando su destino y no admite ambigüedades. El texto tiene que ser evaluado, estudiado y entendido en sus alcances y consecuencias para tomar una decisión informada. Además de que participar sea en este caso una obligación legal, votar en el plebiscito es también una obligación moral, una señal de respeto y compromiso con las generaciones que vienen, que serán las más afectadas por nuestras determinaciones.

En medio de un debate público confuso y plagado de caricaturas, a menudo se tilda a todos los empresarios como defensores del statu quo, como opositores al cambio. Me atrevo a decir que en general las empresas y quienes las dirigen son proclives a los cambios, y están siempre abiertos a la innovación y a la adaptación permanente. 

Las empresas son agentes y promotores de cambio: buscan dar permanente respuesta a necesidades de las personas; diseñan y adoptan nuevas tecnologías y sistemas que impactan en su actividad; y, con la misma fuerza, deben adaptarse constantemente para responder a las exigencias que emanan de sus trabajadores, clientes, proveedores o de la relación con el medioambiente y las comunidades donde están presentes.

Estoy convencido de que la gran mayoría de los chilenos no quiere un camino de conflictos y división para el país, sino uno que permita avanzar en armonía hacia una mejor calidad de vida, educación, salud, y con un bienestar para la vejez que no les signifique perder lo que cada persona ha construido a partir de su propio trabajo. También estoy seguro de que, cada uno desde su propia esfera, incluyendo por cierto a los empresarios, podemos y estamos dispuestos a hacer más para que Chile sea mejor y que cambie para bien.

En esa búsqueda hemos estado nosotros en Quiñenco, enfocados en avanzar principalmente desde dentro de las compañías, para que quienes les dan vida a las empresas, sus trabajadores, encuentren respuesta a su compromiso y dedicación no sólo con salarios justos y dignos, sino también con un mejoramiento continuo del bienestar integral que se merecen. Y que, en aquellas ocasiones en que las empresas obtengan resultados particularmente positivos, los trabajadores accedan también a reconocimientos especiales y bonos vinculados a ese mejor desempeño. Así lo hemos impulsado y procuraremos seguir haciendo, ofreciendo mejores condiciones laborales. Lo mismo pretendemos en todos los ámbitos de la sostenibilidad: que cada empresa tenga siempre el máximo respeto y cuidado por el medioambiente, un vínculo positivo con las comunidades donde operan, así como con sus proveedores, clientes y con la sociedad en su conjunto. Todas esas tareas son permanentes e irrenunciables.

Evolucionar ha sido parte de nuestra historia e identidad durante estos 65 años de Quiñenco. En el camino hemos diversificado nuestras actividades, desde la banca y los bebestibles hasta la distribución de combustibles, la producción de cables de cobre, los servicios portuarios o el transporte naviero. No sólo eso. Partimos como una empresa enfocada en nuestro país y, en la actualidad, siendo orgullosamente chilenos y manteniendo nuestra presencia en territorio nacional, somos también una compañía con una creciente expansión internacional, que cerró 2021 con utilidades que se explican al menos en un 80% por su negocio más global, el de la naviera alemana Hapag-Lloyd.

El detalle de los resultados de Quiñenco y de cada uno de sus segmentos de negocio durante el 2021 lo encontrarán a lo largo de esta memoria. A modo de resumen, cabe destacar que el buen desempeño del holding refleja el crecimiento de todas las compañías en que participamos, en un contexto mundial marcado por la reapertura paulatina de los mercados tras el impacto de la crisis sanitaria.

Especialmente relevante fueron las utilidades reportadas por Hapag-Lloyd, principal activo de Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), empresa chilena a la que ingresamos en 2011 en el peor momento de su larga historia y que, gracias a una gestión ejemplar, encara hoy su aniversario número 150 en un momento muy auspicioso, habiendo cumplido su compromiso con los accionistas luego de una década sin dividendos. Durante el segundo trimestre de 2021, Quiñenco aumentó su participación en CSAV, llegando al 66,45% de la propiedad.

La multinacional francesa Nexans, en tanto, en donde somos accionistas de referencia con un 28,9%, más que duplicó los resultados de 2020. Durante el período que reportamos hoy, la empresa inauguró la primera planta de cables submarinos de alta tensión en Estados Unidos (ubicada en Charleston, Carolina del Sur), y recientemente puso en marcha el buque Aurora, especialmente diseñado con la más avanzada tecnología para la instalación y mantención de tendidos de cables submarinos.

Mientras, en Banco de Chile hubo una clara recuperación y resultados al alza respecto del año anterior, ratificando su liderazgo en la industria. Especialmente destacados fueron los avances en su plan de transformación digital, los que quedaron en evidencia en la consolidación y crecimiento de la cuenta FAN. Adicionalmente, durante el último trimestre de 2021, la institución colocó bonos por US$ 500 millones a 10 años en el mercado internacional, lo que contribuye a diversificar su estructura de financiamiento.

CCU también aportó de un modo significativo a los resultados del holding, gracias al positivo desempeño que consiguió en 2021 en todos sus segmentos operativos, con un aumento en los volúmenes de venta a raíz de la recuperación del consumo. La empresa siguió avanzando en proyectos de inversión por $171.854 millones, de los cuales un 63% fue ejecutado en Chile, incluyendo la inauguración de una planta de bebidas analcohólicas en Renca, con altos estándares de sustentabilidad. Durante el ejercicio, Inversiones y Rentas S.A., la sociedad conjunta de Quiñenco con Heineken y accionista controlador de CCU, concretó una exitosa Oferta Pública de Adquisición de acciones, que le permitió llegar a 65,9% de participación en esa empresa.

Enex también tuvo una evolución muy positiva, principalmente gracias a su sostenida recuperación en volúmenes de venta. Durante el año, la empresa continuó con el desarrollo de nuevas estaciones de servicio y tiendas de conveniencia en Chile, Estados Unidos y Paraguay. En este último destaca la apertura de ocho estaciones bajo la marca ENEX, mientras en Chile, hace pocos días, acaba de concretar la adquisición de 16 nuevas tiendas fuera de estaciones de servicio, que permitirán potenciar la red upa!

En materia de servicios portuarios, SM SAAM aumentó en 21,7% su contribución a los resultados del holding, gracias al buen desempeño de sus tres divisiones: logística, remolcadores, y puertos. Durante el ejercicio selló su ingreso a Perú y El Salvador en remolcadores, lo que le permite continuar avanzando en la internacionalización de sus negocios. En el tercer y cuarto trimestre de 2021, Quiñenco llegó al 59,7% de participación en la compañía.

De este modo, Quiñenco cerró exitosamente un año desafiante y complejo, en el que la visión y el enfoque de largo plazo nos permitió alcanzar resultados particularmente positivos. Estos son fruto, en parte, de una estrategia de diversificación internacional que emprendimos hace muchos años y, especialmente, de la flexibilidad y capacidad de adaptación que tuvieron nuestras empresas para priorizar siempre la salud de sus trabajadores y la mantención de sus operaciones durante la crisis sanitaria.

Señoras y señores accionistas: sin duda el mundo vive tiempos complejos, con una guerra en Europa detonada por la invasión rusa a Ucrania, que ha inyectado alta tensión e inestabilidad a la política internacional y un grado mayor de incertidumbre respecto del destino de la economía global. Son tiempos de definiciones también en Chile, con un nuevo ciclo político que comienza y grandes interrogantes sobre el pacto que regulará nuestra vida en sociedad.

Sin embargo, tenemos razones para seguir creyendo, invirtiendo y haciendo empresa en Chile y en el resto del mundo. En nuestro país, porque tenemos confianza en que los ciudadanos sabrán definir lo mejor para Chile, para que vuelva a progresar con fuerza y deje atrás un momento de profunda división. En el mundo, porque la libertad y la paz tienen una fuerza que tarde o temprano siempre se impone. Y, muy especialmente, porque tenemos fe en el talento y el esfuerzo con el que más de 70.000 personas hacen empresa junto a nosotros aquí y más allá de nuestras fronteras. Vaya para ellos, que son el corazón de todo lo que hacemos, nuestro más sincero agradecimiento.

Los invito a enfrentar el futuro con optimismo y, como hemos hecho a lo largo de estos 65 años de Quiñenco, a seguir explorando fuentes de progreso para las generaciones futuras.

Andrónico Luksic Craig

Presidente de Quiñenco S.A.