VSPT Wine Group, se ha sumado al compromiso de reducir sus emisiones de CO2 en sus procesos de producción, convirtiéndose en uno de los 20 productores de vino más grandes del mundo en participar en acciones relevantes que ayuden a combatir el calentamiento global.

Pero ¿cómo puede la industria vitivinícola tener un impacto positivo en el planeta? Entrevistamos a Bárbara Wolff, gerente de Asuntos Corporativos e Innovación VSPT Wine Group, para que nos explicara la estrategia de sostenibilidad de la compañía y la meta de ser “clima positivo” al 2050.

-¿Cómo pretenden lograr el objetivo de ser “clima positivo” al 2050?

Esperamos alcanzar nuestra meta a través de un robusto plan de reducción de emisiones con mirada de corto y largo plazo en toda nuestra cadena productiva, plan especialmente desafiante en el tercer alcance, el de las emisiones provenientes de nuestros proveedores y cadena logística.

Sin lugar a duda es una meta difícil de conseguir, que nos obliga a gestionar cada uno de nuestros alcances, desafiando paradigmas frente al cambio y abriendo el camino a soluciones innovadoras. Fuimos la primera viña a nivel latinoamericano en sumarse a este desafío junto a otras viñas reconocidas a nivel mundial junto a la agrupación “IWCA” (International Wineries for Climate Action) que nace con el propósito de descarbonizar nuestra industria.

-¿Cuál es el rol de IWCA en este proceso de descarbonización?

Hablaría de tres grandes roles: El primero, el de establecer metas conjuntas de descarbonización y metodologías de cuantificación; el segundo, el de articular un proceso colaborativo de soluciones y buenas prácticas y, por último, el de generar una agrupación de primer nivel con un único estándar en prácticas de sostenibilidad con reconocimiento internacional.

-Además del trabajo con IWC, ¿hay otros factores que se consideren relevantes?

Múltiples. Junto con alcanzar la neutralidad en nuestras emisiones directas, es fundamental también, impulsar a nuestros proveedores al cumplimiento de altos estándares no solo de calidad si no de sostenibilidad. Como parte de este desafío, el 2021 realizamos una actualización de las bases de licitación de insumos, incorporando nuevas exigencias para el aprovisionamiento de insumos secos (como botellas y etiquetas). Estos lineamientos incluyen que el proveedor mantenga un programa interno de sustentabilidad, cuente con certificaciones en materias sociales y medioambientales, como también que haya iniciado su proceso de medición y gestión de su huella de carbono, entre otros.

Queremos trabajar exclusivamente con quienes compartan nuestra mirada y objetivos frente a la problemática medioambiental, es impensable cumplir las metas que nos hemos propuesto si no avanzamos integrada y colaborativamente, menos en una industria con vocación exportadora donde las exigencias van en constante aumento.

-¿Actualmente hay más iniciativas que se estén desarrollando en materia medioambiental?

En 2021 dimos inicio al trabajo para reducir nuestra huella e impacto ambiental al mejorar nuestros envases y embalajes según los 3 principios que rigen nuestra Política de Economía Circular y Ecodiseño: Reducir, Rediseñar, y Reciclar. Este documento, lanzado en 2020, planteó los principales desafíos que la compañía buscará abordar en materias de ecodiseño durante los próximos 10 años, incluyendo la reducción de un 10% en el peso ponderado de nuestro portfolio, a través de la migración a botellas de vidrio más livianas; la utilización de envases y embalajes 100% circularizables; esto es, separables, reciclables, y/o compostables, y la inclusión de instrucciones de disposición final en todo nuestro portfolio como parte de una estrategia de educación al consumidor.

-¿Qué iniciativas en materia de sostenibilidad ambiental destacarías, tanto las que ya se han ejecutado como las que vienen hacia delante?

Desde la formación del área de sustentabilidad, son múltiples las iniciativas que destacaría, pues todas han significado progreso y aprendizajes. Importante es señalar que llevamos 10 años midiendo nuestra huella de carbono, clave para aspirar a la carbono neutralidad al 2050. Este recorrido nos ha permitido afinar nuestra metodología de cálculo y entender mucho mejor nuestras principales batallas.

Contamos actualmente con el 100% de las operaciones de Molina e Isla de Maipo en base a energías eléctrica renovables, para esto han sido fundamentales iniciativas como nuestra Planta de Biogás, además de nuestros los proyectos de energía solar en nuestros campos y la mini hidroeléctrica de paso en Viña Tarapacá.

Destaco también nuestra nueva política de economía Circular y Ecodiseño que define, desde ahora, las directrices de todo nuestro portafolio.  A esto se suma que ya alcanzamos la valorización de nuestros residuos industriales sobre el 99%. 

Y no menos importante, destacar que nuestra operación actual es completamente circular en lo que se refiere a la producción y envasado de nuestros vinos: generamos energía a partir de nuestros residuos orgánicos y fertilizante, gestionamos más del 99% de nuestros residuos industriales, asegurando una operación limpia y con el menor impacto ambiental posible.

Master Plan de Biodiversidad

Además de las iniciativas que VSPT ha implementado en el último tiempo ante el cuidado del medioambiente, desde 2017 pusieron en marcha un Master Plan de Biodiversidad, el que tiene por objetivo la restauración y preservación del ecosistema, evolucionando hacia una agricultura más sustentable y más conectada con la naturaleza.

El plan contempla la reintegración de un total de 110 hectáreas de vegetación nativa: 40 hectáreas con la creación de red de corredores biológicos que tienen como objetivo restablecer  la conexión entre el macizo de Cantillana y el Río Maipo y 70 hectáreas en laderas, todo en el marco de una restauración pasiva.

-¿Qué avances ha logrado en sus primeros tres años de ejecución?

El Fundo Tarapacá, situado en el Valle del Maipo, es un lugar único y privilegiado que se encuentra rodeado por los Altos de Cantillana, un cordón montañoso de la Cordillera de la Costa y el río Maipo, creando un “Clos Natural”, es decir, murallones naturales que protegen las más de 2 mil hectáreas donde se encuentran los viñedos de la histórica viña. Este se encuentra dentro de uno de los 35 hotspots (zonas foco) globales de biodiversidad, siendo considerado un lugar prioritario para la conservación de esta.

Para proteger y preservar la Biodiversidad del fundo y con el objetivo de resguardar su legado, Viña Tarapacá ha tomado una serie de medidas que forman parte de un Plan Maestro con una proyección a siete años, que busca proteger y fomentar el desarrollo de la flora y fauna endémica y nativa, propia de la zona central de Chile.