¿De dónde viene la inflación?

Miradas
18 Mayo

En 2015, Tyler Vigen, entonces estudiante de derecho en Harvard, publicó en su blog lo que llamó “Spurious Correlations”. Se trataba de mostrar, a través de ejemplos absurdos, que la correlación de dos eventos no implica que éstos tengan un vínculo causal. En la publicación se puede ver que, en un horizonte de 11 años, el gasto en ciencia espacial y tecnología en EE.UU. tuvo una muy estrecha correlación (r=0,998) con el número de suicidios por estrangulación o ahogo. En la misma ventana de tiempo la tasa de divorcios en Maine tuvo una correlación similar (r=0,993) con el consumo per cápita de margarina. Estos ejemplos ayudan a evidenciar que muchas veces suponemos vínculos causales al ver la forma en que dos variables correlacionan, sin detenernos a verificar si dicha causalidad se sostiene en hechos reales. Al igual que ocurre con otros sesgos cognitivos, sobreinterpretar una correlación y ver una relación causal donde no la hay, es un obstáculo para encontrar la verdadera raíz de un problema y solucionarlo.

Algo de esto es lo que encontramos últimamente en el análisis sobre el origen de la inflación. Con gran sorpresa me encontré hace unos días con una encuesta de Criteria que daba cuenta que una abrumadora mayoría de los chilenos (59%) cree que los principales responsables del alza de los precios (inflación) serían los empresarios, quienes los elevarían artificialmente para obtener más ganancias. Este hallazgo me hizo recordar una imagen que, quizás por parecerme un poco infantil, había olvidado: en abril cinco Diputados se pararon ante las cámaras en el Congreso mostrando carteles con la consigna “no es inflación, es colusión”.

Sostener que el alza de los precios cobrados por pequeñas y grandes empresas en un contexto inflacionario responde a una estrategia deliberada, además constitutiva de delito, y que es la causa de la desvalorización de la moneda, raya en el delirio.

Para entender el origen de la inflación y su importancia es necesario formularnos cinco preguntas básicas:

1-. ¿Por qué suben los precios a consumidores? No solo los precios que cobran las empresas han subido. También lo han hecho el costo del combustible y el transporte, los salarios nominales (otra línea de gasto relevante para toda empresa) y los precios al productor industrial (índice correspondiente a la variación de los costos que enfrentan los productores). Estos movimientos son los que están detrás del alza que percibimos finalmente los compradores, tal como lo constata de forma muy pedagógica el Banco Central en su último IPOM. Al enfrentar un alza de costos, las empresas buscan preservar su rentabilidad, mantener sus finanzas saludables, robustecer su sostenibilidad y proteger a sus trabajadores.

2-. ¿Qué es lo que realmente ocurre cuando todos los precios suben? Cuando todo cuesta más, cada peso vale menos. Eso es lo que denominamos inflación y es una enfermedad grave para cualquier economía. Como parte del diagnóstico y para encontrar un tratamiento adecuado, se debe entender cuál es su origen. En una ponencia dictada en la Universidad de San Diego en 1978, Milton Friedman mostró a su audiencia varios ejemplos de economías que habían aumentado aceleradamente la cantidad de dinero disponible normalizado por el crecimiento real de su producto. En todos los casos que mostró, con independencia de otras variables como el poder de los sindicatos o la concentración de las industrias, el crecimiento desproporcionado de la cantidad de dinero en relación a la actividad real de las diferentes economías derivó en un aumento sostenido del IPC. Cuando el producto de una economía crece menos que el dinero disponible, hay menos bienes y servicios por unidad monetaria (peso), y la inflación aumenta (el dinero vale menos).

3-. ¿Quién decide cuánto dinero disponible hay en un momento? La verdad es que lo decidimos todos, cuando optamos por gastarlo o ahorrarlo, sin perjuicio de que las instituciones tienen el deber de incentivar a la población a contener el impulso de poner dinero en circulación y, con ello, evitar que éste crezca desmedidamente. Además, si hay un actor en la economía que tiene una capacidad gigantesca de gastar y cuyas acciones tienen mucha influencia en el valor del dinero es el Estado. A través del gasto fiscal, las autoridades pueden ser, con larga distancia, los principales generadores de inflación.

Veamos el ejemplo de Chile, cuya economía ha mostrado un crecimiento anual compuesto de 2,1% durante los últimos ocho años. En el contexto de un crecimiento modesto, se tomaron decisiones que llevaron a la inyección de una gigantesca cantidad de recursos, particularmente durante los últimos dos años: el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), puso en manos de los chilenos US$ 25.280 millones entre mayo de 2020 y noviembre de 2021, y los retiros (fondos destinados al ahorro), más de US$ 51.000 millones hasta la fecha. Mientras, el presupuesto de Chile, aprobado por el Congreso, para el año en curso es de US$ 82.135 millones. Es decir, el IFE más los retiros equivalen casi a la totalidad del presupuesto de un año en nuestro país. Se trata de un aumento sideral del dinero disponible en una economía que crece muy lentamente.

4-. ¿Por qué la inflación es grave e indeseable? Porque golpea especialmente a los que menos tienen y porque el fisco solo puede gastar lo que recauda. Los recursos no se generan espontáneamente. Los originamos cada uno de los contribuyentes con esfuerzo y creatividad. Cuando el Estado decide gastar más y no puede cubrir sus egresos con lo recaudado, terminará afectando el poder adquisitivo de los ciudadanos a través de la inflación, que opera como un impuesto que se suma a la larga lista de tributos formales que conocemos.

5-. ¿Cómo salir del problema? Como en cualquier otro caso, identificando el verdadero origen de las dificultades y dándoles una solución adecuada. La primera responsabilidad es de cada uno de nosotros, al escoger a nuestros representantes. No premiar a aquellos que buscan dividendos políticos impulsando políticas públicas que nos empobrecen o estableciendo absurdas relaciones de causalidad para ganar popularidad fácilmente. Hagamos que, a través del ejercicio democrático, nuestras autoridades privilegien una agenda que nos haga más prósperos y libres.

Diego Bacigalupo
Gerente de Desarrollo de Quiñenco S.A.

Destacadas

Historias

22 Noviembre


SAAM Towage Brasil recibe Sello Oro por segundo año consecutivo por publicación y verificación de su inventario de huella de carbono

Historias

21 Noviembre


Gatorade es el nuevo hidratador oficial de la Selección Chilena de Fútbol