Compromiso empresarial: la clave tras el despegue de CSAV

Miradas
05 Noviembre

En un entorno de crisis y desafíos, la fusión entre Hapag-Lloyd y Vapores se presentó como una oportunidad estratégica esencial. Óscar Hasbún, gerente general de la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV), compartió su visión sobre esta unión que se hizo efectiva en 2014 y cómo la complementariedad de rutas propició un renacer de la naviera nacional.

En una reciente entrevista en Money Talks, de La Tercera, Oscar Hasbún, gerente general de CSAV, explicó el enorme desafío que fue sacar adelante a la naviera: “Hemos estado con el agua hasta el cuello y hemos estado también en la cresta de la ola”. El ejecutivo llegó a CSAV luego que Quiñenco, matriz industrial y financiera del Grupo Luksic, adquiriera la compañía en 2011. Una jugada que fue en ese entonces generaba dudas y suspicacias entro expertos y analistas dado el difícil momento financiero que a travesaba la histórica compañía naviera.

Hasbún reconoce que la duración de la crisis fue más larga de lo que imaginaron. Mientras las expectativas de recuperación se establecieron en dos o tres años, la realidad mostró un camino más complicado. “Los problemas muchas veces son oportunidades. Sabíamos que Vapores estaba en una situación compleja; lo que no se estimó bien era que la duración del ciclo fue mucho más larga de lo esperado. Fue algo que sorprendió a todos en la industria”, expresa el ejecutivo.

Hasbún cuenta que la palabra clave era reorganización. “Nos pusimos a trabajar y le presentamos al directorio un plan de reorganización a los 20 días que llegué. Sin ningún asesor externo, pero también sin dormir. Mirando hacia atrás, eso fue clave, porque pudimos reaccionar antes que el resto del mercado, lo que era muy importante. La clave era recolocar los barcos que no necesitábamos”, cuenta Hasbún.

Desde el inicio, Hasbún tenía claro que el negocio debía ser global, por eso comenzaron a buscar socios en todo el mundo. “Sabíamos que una opción era seguir solos, pero también sabíamos que eso nos dejaría en una posición muy vulnerable frente a la competencia”, explica Hasbún. La decisión de fusionarse con Hapag-Lloyd, aunque compleja, se sustentó en la posibilidad de combinar fortalezas. “Ellos tenían presencia en rutas clave, nosotros en otras, y juntos cubrimos prácticamente el mundo entero”, enfatiza el gerente general de CSAV,

Asociarse con Hapag-Lloyd era parte de la visión de crear esta empresa global que soñaban. “Esta no fue una decisión para sobrevivir el momento, fue una estrategia para asegurar el futuro de Vapores”, cuenta Hasbún.

Hasbún reflexiona sobre la visión que tuvieron, como grupo empresarial, sobre el negocio: “Creo que ser empresario y ser inversionista son cosas muy distintas […] Un inversionista pone la plata, la saca y arranca; un empresario tiene un compromiso mucho más allá de eso”.

Este enfoque no sólo permitió la sobrevivencia de CSAV en un mercado altamente competitivo, sino que también la posicionó como un actor relevante en la industria naviera mundial. Años después, el éxito de la alianza sigue siendo un ejemplo notable de visión estratégica en la historia empresarial chilena.

Los invitamos a ver la conversación completa:

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