Andrea Tokman: “La pandemia alteró el mercado laboral y es probable que nunca se comporte como antes”

Miradas
31 Enero

En entrevista con Diario Financiero, Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco, analiza el proceso de recuperación económica, junto a los principales desafíos que enfrentará Chile en materia laboral.

A continuación, compartimos la entrevista completa:

El empleo. Ese debe ser a juicio de Andrea Tokman, economista jefe del Grupo Quiñenco, uno de los principales focos para la etapa de recuperación económica. Un desafío que para ella es claro que tiene que estar en el centro de las preocupaciones del futuro Gobierno de Gabriel Boric, que en seis semanas más desembarcará en La Moneda.

¿La razón? El complejo escenario macro que enfrentará este y el próximo año tanto el mundo como Chile.

“Tras medio año de recuperación de empleos perdidos, seguirán dos años complicados, con menor dinamismo e incluso recesión en 2023 y alta incertidumbre”, lo que para la exdirectora ejecutiva del Grupo Res Pública Chile no es el mejor contexto para la creación de empleos de calidad.

Por lo tanto, “sería un error caer en un falso conformismo producto de algunos datos positivos que veremos estos primeros meses de 2022 y no empujar con fuerza la reconversión, reasignación, inversión…”, advierte la ingeniera comercial UC, con un PhD en economía de la Universidad de California en Berkeley.

– Llevamos dos años de pandemia, ¿qué análisis hace sobre lo que se ha logrado recuperar?

– Hemos visto una recuperación parcial, pero las últimas cifras no nos deben nublar la vista: queda mucho camino por recorrer y los próximos dos años serán mucho más difíciles, no sólo en cuanto a cantidad de empleo y a la empleabilidad de los desplazados, sino también el tipo y calidad de estos.En los próximo dos años se debe redoblar el compromiso por generar empleos de calidad en sectores en auge y permitir una transición positiva hacia ellos. Cumplir el sueño del desarrollo inclusivo pasa por enfrentar el desafío del empleo y empleabilidad en un contexto macro complejo y productivo cambiante.

– Uno de los fenómenos que se derivó de la pandemia fue el aumento de la inactividad (junto a la pérdida de empleo). ¿Cuándo cree que se dé una recuperación con niveles previos a la pandemia?
– Tenemos que entender, y de ahí la urgencia de que el empleo esté en el centro de las preocupaciones del futuro gobierno, que la recuperación plena se va a demorar más de lo que pensamos porque lo que queda es más difícil y multisectorial. La pandemia alteró profundamente el mercado laboral y probablemente nunca vuelva a comportarse como antes. Recuperar los empleos, y especialmente la tendencia de crecimiento en el tiempo, requiere actualizar el capital humano y social que se vio fuertemente disminuido durante los meses fuera de la fuerza laboral, o que se mantuvieron artificialmente en empleos con poca viabilidad de seguir existiendo una vez retirados los apoyos fiscales.

– Se espera una desaceleración de la actividad este año, ¿cuáles son los principales desafíos?
El gran desafío será la generación de más y mejores empleos, la actualización continua de la empleabilidad de las personas y el flujo de estas al interior y entre empleos en trayectorias laborales ascendentes. El principal desafío debe estar en mejorar los procesos de desvinculación para evitar mantener relaciones laborales sin futuro; reformar el sistema de formación para el trabajo, incluyendo información, intermediación, capacitación y acompañamiento; y dinamizar la economía para impulsar la creación de nuevos puestos de trabajo; entre otros temas. Está claro que esto se deberá lograr en un escenario macro en el que la estanflación genera dificultades en el manejo contradictorio de la política fiscal y monetaria. Será esencial que la institucionalidad siga funcionando de formar seria y efectiva para dar estabilidad, sostenibilidad y resiliencia a la recuperación futura. Esa es la principal contribución al desarrollo y calidad de vida que deberíamos empujar. Es también complementaria al objetivo de creación de empleo que tanto he insistido no debemos perder de vista.

El rol de la empresa

Reducción de la jornada laboral a 40 horas y aumento del salario mínimo son dos temas de la agenda laboral en que la ciudadanía espera que el nuevo Gobierno avance. Relacionados a ellos, la economista jefe del holding ligado a la familia Lucksic -que está presente en Banco de Chile, CCU, Invexans, Enex, CSAV y Saam-, pone el acento en que “llegó el momento de hacer las cosas distinto si queremos obtener resultados diferentes”.

Recalca que todos deberíamos buscar y alcanzar un equilibrio entre la vida personal y el trabajo: “Lo importante es hacerlo con medidas que permitan lograr dicho objetivo y no que terminen cargándole los costos justamente a quienes queremos beneficiar”. Para eso, la clave está en “acompañar estas políticas con una gradualidad responsable y con iniciativas que nos permitan aumentar la productividad de manera sostenida”.

Tokman, que también suma pasos por el Banco Central, identifica que las empresas “van a la vanguardia en materia de políticas laborales”, por lo que para contribuir a la recuperación del mercado laboral “hoy deben reforzar sus esfuerzos para responder a las nuevas exigencias del mercado”. Menciona que para cerrar la brecha entre las vacantes que ofrecen las empresas y la falta de postulantes las compañías son las que tienen que “adaptarse a la nueva estructura del mercado laboral”. Eso, agrega, “será clave para el desarrollo de las empresas”.

Además manifiesta que es rol de las firmas es “gestionar apropiadamente algunos riesgos” que implicarían “las nuevas formas de hacer las cosas” con el propósito de “no desperdiciar talentos, aumentar desigualdad, torpedear relaciones de confianza”, entre otros.

En cuanto a la reconversión y flexibilidad laboral, confirma que desde el sector privado “pueden y deben hacer sus esfuerzos”, pero aclara que para que se dé de manera “exitosa requiere de políticas públicas que faciliten el proceso y una colaboración virtuosa público- privada”.

Sobre cómo ir monitoreando al mercado laboral, reitera que la tasa de desocupación es “una mala medida”, por lo que hay que seguir más bien la tasa de ocupación. Esa debiera reflejar la desaceleración que viene en la economía, el consumo y la inversión tanto local como global.

 

Artículo original:  31 de enero de 2022. Diario Financiero.

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