La economista jefe de Quiñenco, Andrea Tokman, participó de un panel de conversación en el marco del seminario “Chile: Oportunidades y desafíos en comercio internacional e inversiones”, organizado por la Fundación Chilena del Pacífico (FCHP), con motivo de los 30 años de esa institución.
En el panel, integrado también por el exministro de Hacienda y director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Valdés; el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren; y la exministra de Defensa y directora de empresas, Vivianne Blanlot, se abordó el escenario para Chile ante los próximos desafíos globales.
En ese contexto, Tokman planteó que “uno de los grandes problemas que tenemos respecto del crecimiento es que seguimos pegados en un modelo de desarrollo que no es el que tenemos que empujar. Chile tenía un modelo basado en el deseo de ser un país ‘industrializado’, y que obligaba a Chile -un país chico, y eso no ha cambiado- a aprovechar el mercado y las demandas globales. Para eso teníamos barreras importantes, como la infraestructura, puertos, aduanas y geografía. Creo que ese es un modelo que, si bien no está agotado, no es la vía del desarrollo para Chile. Hoy la vía de desarrollo para Chile está asociada a los servicios”.
“Si uno mira el crecimiento del empleo en la manufactura y en la industria, está más bien plano. No es ahí donde crece el empleo, sino que es más bien el sector más amenazado por la tecnología. ¿Dónde se generan los empleos? En el sector servicios. Dos tercios del PIB mundial está asociado a servicios. El 50% del empleo mundial está asociado a servicios: el 71% de los empleos en Chile y el 86% del empleo en Singapur, que es un país al cual uno podría tener una aspiración de desarrollo”, explicó la economista jefe de Quiñenco.
Entre los factores estructurales que influyen en esto, Tokman mencionó en primer lugar el envejecimiento de la población y explicó que las personas mayores, más que adquirir productos, compran servicios. También destacó que “un segundo elemento estructural tiene que ver con la riqueza: el mundo hoy es indudablemente más rico que hace 30 o 50 años, y cuando una sociedad es más rica, una mayor parte de su consumo está asociada a servicios. Esa es la demanda que tenemos hacia adelante”.
“Si uno piensa en esta oportunidad de crecimiento del comercio internacional, qué mejor que tratar de exportar servicios. Por ejemplo, servicios de marketing, financieros o de contabilidad: son muy útiles, son marketeados al mundo para una amplia variedad de sectores y tienen un potencial que es muchísimo mayor. Nos falta convencernos de que hay un área que estamos subexplotando, que es el área de los servicios”, concluyó.
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