La reconversión de la Cervecería CCU Limache busca rescatar el patrimonio y tradición cervecera de la zona, abriendo paso para que nuevas generaciones puedan conocer las historias y memorias que resguardan el edificio histórico.

Para preservar las tradiciones e historia, CCU inició el proceso de postulaciones para la reconversión patrimonial de centro productivo fundado en 1883 por el inmigrante alemán Carlos Hoffmann.

El concurso, que estará abierto hasta el domingo 15 de agosto, está dirigido a oficinas de arquitectura especializadas en restauración patrimonial, con experiencia en gestión, diseño y ejecución de obras de carácter público

La iniciativa considera la restauración del emblemático edificio principal, la última fábrica en Chile que permanece en su estado original, para instalar ahí un museo abierto a la comunidad y un espacio de encuentro. Una forma de honrar la memoria de quienes durante muchos años trabajaron y vivieron en torno a este emblema de Limache, potenciar el turismo y aportar al crecimiento de la ciudad.

Tradición cervecera

La fábrica nació como una pequeña empresa creada por el inmigrante alemán, Carlos Hoffmann. Dedicada a la destilación de aguardiente, fabricación de licores y cerveza, alcanzando un gran auge en 1889, cuando se fusionó con la cervecería de Joaquín Plagemann, dando origen a la “Fábrica Nacional de Cerveza”, que luego se unió a Cervecería de Gubler y Cousiño, formando la Compañía Cervecerías Unidas S.A., CCU, en 1902.

Por muchos años, Limache fue un centro de operaciones de CCU y alcanzó fama por la calidad de sus productos. Un lugar de grandes innovaciones, y avances tecnológicos, como la primera maquinaria para tapar las botellas.

En 1993, la fábrica cerró sus puertas y las operaciones se trasladaron a Quilicura, pero se mantuvo la instalación como bodega y ahí permanecen las maquinarias del siglo XIX que serán parte del museo.

Para postular a la licitación ingresa acá.