Juan Ignacio Eyzaguirre, VP Corporativo de Estrategias, Fusiones y Adquisiciones de Nexans, respondió algunas de las consultas que llegaron del público durante su participación en la conferencia virtual “Hacer empresa en tiempos de pandemia”.

1. Dada la experiencia que se está viendo en Europa, ¿podríamos esperar en Chile una explosión del consumo estando ad portas de la primavera y un mes especial para nosotros como septiembre? Se entiende que estamos viviendo en una economía restringida, pero el hecho de haber estado confinados, ¿podría ser también un combustible para la reactivación del consumo?

Es imposible predecir cómo ocurrirá en Chile y si las experiencias son extrapolables, pero sí puedo comentar que desde la experiencia europea se observa una disposición de la gente por retomar ciertas rutinas, especialmente en aquellas que implican reencontrarse. Los parques, plazas, restaurantes y lugares para vacacionar, por ejemplo, actualmente tienen una alta concurrencia, dejando atrás los temores que vivimos en la época del confinamiento. Creo que uno puede ser optimista respecto al repunte tras la apertura, pero siempre y cuando la autoridad sea clara en sus planes y la ciudadanía sienta que existen las condiciones para volver a salir.

2. ¿De qué manera cree que aspectos culturales e históricos (las grandes guerras, los grandes acuerdos comunitarios, la resiliencia como normalidad), así como también los niveles de confianza en las autoridades, pueden haber impactado positivamente en Francia y otros países europeos en la superación de esta crisis? ¿Observa desafíos para nuestro país en esa línea?

Creo que lo que se ha visto aquí en Francia es una épica muy grande para volver a la mayor normalidad posible y, con ello, lograr reconstruir la economía. Efectivamente los aspectos culturales creo que influyen bastante: no olvidemos que, solo durante el siglo XX, Europa debió soportar, cuando recién estaba terminando la Primera Guerra Mundial, la pandemia de la Gripe Española. Diez años después el mundo entero fue afectado por la Gran Depresión y tras otros diez años estalló la Segunda Guerra Mundial en Europa, lo que provocó que el continente quedara dividido en dos polos hasta casi finales de siglo. En ese sentido, los países europeos han aprendido de su historia, han sabido reconstruir Europa decenas de veces, y creo que esta vez no será la excepción. Hoy se ve un espíritu de unidad y los países se han esforzado en mantener las fronteras abiertas para que sean los propios europeos quienes salven nuevamente a Europa, a través de la reactivación del comercio y de otras actividades como el turismo. Creo que en Chile se podría ver un espíritu similar, en el sentido de que es un país que se ha recuperado de periodos muy difíciles y de desastres naturales importantes. Pero para ello se requiere unidad y la colaboración de todos los sectores de la sociedad, algo que, desde acá, a la distancia, no se ve.

3. En el marco de la evaluación de nuevos proyectos, ¿es necesario darle mayor importancia a un escenario pesimista e introducir estrategias constantes de innovación?
Sin duda. Como dijo Francisco en su presentación, debemos dejar de pensar solo en presupuestos, y comenzar a pensar en escenarios. Esto, en medio de una pandemia, aplica para todo ámbito: desde la evaluación de nuevos proyectos hasta mantener funcionando los proyectos actuales. Y ese pensar en escenarios debe incluir ciertamente el escenario más probable, pero también debe contemplar siempre el peor escenario, y tener un plan A, plan B y plan C preparados para el caso de que ese peor escenario se haga realidad. Y ciertamente que introducir estrategias contantes de innovación es un pilar fundamental en toda organización. Creo que las compañías que, antes de que pudiésemos siquiera penar en una pandemia, ya tenían un foco importante puesto en temas de innovación, esta crisis las ha agarrado mejor paradas que a las compañías que no tienen a la innovación como un foco permanente en su quehacer organizacional. La supervivencia de una empresa radica, en gran medida, en su capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas condiciones como las que ha generado esta pandemia que nadie se esperaba. Si una empresa quiere sobrevivir a esta pandemia, debe adaptarse con éxito a estos cambios, y las estrategias de innovación son un aspecto más relevante que nunca.

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